11.- Sudando fotogramas

Joder que calor, Paca. Ya sé que a tí te afecta menos porque no tienes forma física. Y no me refiero al deporte, al fondo y eso. Me refiero a que al ser una especie de ente etéreo de mí interior, pues, eso que fisicamente no sudas. Aunque no dudo de que pases calor. Como el mono. El muy capullo no solo juega con mis llaves a dejarme en la escalera o el rellano, estirando la situación hasta límites insospechados de mi cabreo, pero que le voy a hacer, es un mono. Nuestro pasado, la evolución y sobre todo es mucho mejor que algunos que no se tienen como tales y que son peor que los tales. Y que los cuales también.

El caso, Paca, es que el calor nos deja aplatanados, aunque es una expresión, como tantas, que ni el mono ni yo entendemos. Al menos yo, porque el mono cada vez que me ve "aplatanado" me mira de unas forma un tanto rara.

Luego cojo un plátano, me miro en el espejo y me enfrento a mi cara y a mi platano. Y por mucho calor que haga sigo sin sacarme parecido con el plátano. Lo cual me lleva a tí, mi querida Paca. Creo que el aplatane va más contigo que conmigo, pero como te he puesto nombre y no cara, aún no puedo aseverar que sea cierto. Si bien, lo cierto es que cada vez te relacionas menos conmigo. he llegado a pensar que igual tienes un lío con el plátano y pensando en tu condición femenina (¿lo eres de verdad?) pues me dá un poco de celos y eso.

Pienos que es triste compararse con un plátano, imáginate lo triste que debe ser que un plátano te levante la....conciencia. Al menos, será amarillo, aunque no sé que diferencia debe haber en el color. Lo que si te digo, Paca; es que no voy a permitir que vuelvas conmigo cuando tu plátano, ahora floreciente y estupendo, incluso un poco verde, se pase un poco, se vuelva blandito (blandito, !eh¡) y cada vez se pase más y más hasta quedar pachucho y casque. ¡Que ironía para un plátano cascar¡, seguro que prefiere que le "pelen".

Sobre todo no te lo comas, porque no quiero pensar en que mi conciencia sea un poco mantis. Me da un poco de miedo incluso pensar que si te comes a tu plátano, no puedas llegar a comerme a mí. Me recuerda la pintura negra de Falla con el tío ese de barba que se come un brazo de un tío.

Imagina, pues, mi querida Paca, mi situación. El mono que me mira como a un plátano por un lado y mi conciencia que me mira con ojos de deseo casi caníbales. Para una peli de miedo, oye.

en cualquier caso, queía hablar del título de mi blog, pero la verdad es que me ha entrado un poco de miedo y voy a cerrarlo por ahora.

Y tambien de hambre. Como al mono.

Jimmy