13 oct 2006

22.- Desquiciado, pongo medios (2)

- Señor Jiménez. Ya está bien. No llavamos conviviendo conjuntamente ni diez minutos y ya está consiguiendo sacarme de quicio. ¡Hasta me ha escupido en los zapatos!
- No he sido yo, Dr. Zenemij. Es la llama que llevo dentro, las llamas escupen,¿no?
- Dejese en paz de llamas y llamos. Está Ud. como un cencerro...

¡Cómo un cencerro!¿Por qué? ¿Hago ruido?¿Me muevo para los lados y golpeo las paredes?¿Seré un minibadajillo imbuido en un.... espacio? ¿Por qué los locos estamos comó un cencerro?¿Y las cabras, llevan puesto cencerro?¿O lo llevan solo las vacas?¿ Me estará llamando gordo este capullo engreido?

-... continúe con la alocución de los coj..... las narices....

¿Por qué la gente está hasta las narices de algo? ¿Te cansas de algo y te pones verde y viscoso, tanto que se pueda hacer una pelotilla contigo?Si estas hasta las narices de algo te debes de volver moco. O peor, moco perdido, que debe ser como ir muy borracho. Por eso acabas hasta las narices. Por la resaca del día siguiente. Y la vomitona, que tambien es verde.
-... que le quedan aún...ejem, solo 50 minutos.
- Bien, le hablaba de cuando conseguí tener uso de razón. Bueno, no, de cuando tuve el uso de la razón. Yo creo, dr, que uso de razón no tuve hasta hace pocos años. Allá cuando apareció la Paca. ¿Le hablé ya de Paca, Dr?
- ¿Su señora?
- No, mi conciencia. Bueno, fue mi conciencia hasta hace poco, hasta que se fue. Aún no ha vuelto. Alguien me dijo que igual se había muerto. Igual la asesiné sin darme cuenta...¿Por Dios, dr, seré un Bush cualquiera y no me he dado cuenta?
- Tranquilicese, hableme de esa... Paca o como la llame.
- Paca. Se llama Paca. Bueno, yo no sé como se llama ni siquiera si las conciencias tienen nombre. Nunca se lo pregunte. Yo creo que estan en una especie de limbo flotante hasta que..
- Pare Sr. Jiménez. No quiero saber porque la llama como le llame ni como se llaman las....Dios, este caso va ha ser más dificil de lo que esperaba. Sigamos... Y dice ud que perdió la conciencia hace algunos meses..
- No, eso lo dice Ud.
-¿Cómo?
- Yo lo que he dicho es que se fué. No la perdí, se fue por ella misma. Por sus medios. Sacó las cosas de quicio....

Quicio debe ser un sitio muy pequeño en el que deben de caber pocas cosas. Igual son siempre las mismas que se sacan y las mismas que saca todo el mundo cuando saca las cosas de quicio. El caso es que cuando las sacan la gente se rebota que no veas. Rocio debe de tener pocas cosas guardadas en quicio o en su quicio, y le debe de costar poco trabajo cacarlas porque se rebota muy a menudo. Nos dice . "me sacais de quicio" Y se arma. En cambio a mí me sacaba de quicio Ana, mi hermana inemediatamente superior. Un día le dije una palabra, no recuerdo cuál, y me dijo : "esa palabra no existe" (quiero que repitais esta frase y la leais con voz de falsete, con tono un poco cursi, que cursi, repipi -vaya palabra tambien, repipi- y con voz nasal sin mocos)."Esa palabra no existe". Bueno que el caso es que antes de matarla decidí jugarmelo todo a una carta. Mejor a una hoja. La del diccionario. Salí corriendo, cogí rápido el diccio y buscando la palabra por el camino, se la enseñé sudoroso a mi hermana."Mira hermanita (hermanita era como decir gilipollas), qué pone aquí. Pone XXXXX (la palabra en cuestión), ¿ves como SI existe?" Dije triunfal y triunfante. "Pues el diccionario estrá mal. Esa palabra no existe" ¡¡¡A qué es para matarla!!! Bueno, que me sacó de quicio. De todas formas, quicio, estoy seguro que debe ser igual que casillas...

-.... y se fue. Desapareció. Hizo mutis por el foro
- Y desde que dice Ud que se fué o desapareció...
- Bueno, la busque por todos los lados que pude. Con tiritas, en el hipercor, en una gasolinera, por mi casa. Incluso en la oficina, que no tengo, pero ahí tambien la busqué. Tampoco encontré al mono. Deben estar juntos...
- ¿El...mono?
- Si, un mono que había en casa. No sé, un día apareció y se quedo. Debió de hacer buenas migas con Paca, porque desaparecieron juntos. Me robaba las llaves de casa y se metía en mi cama. Un día se como todo el jabón y cuando abría la boca le salían pompas. Fué el único día en que sus pedos se pudieron soportar. Se fueron. Monos no intenté comprar pero una conciencia nueva la busqué el el corte inglés, pero creo que me tomaron el pelo. No, fué en el opencor del pueblo.
- Comprar una paca, digo, una conciencia. ¿Y se extraña de que le tomaran el pelo?
- Bueno, a mí me da igual, peor para ellos. El que invente conciencias portátiles se forra, ya verá. Igual a Ud le interesa. Como es psiquiatra.
- No, gracias
- Bueno, el caso es que estaba un poco desesparado sin conciencia, ni mono, ni nada hasta que apareció Augusto.
- ¿A...Augusto?
- Pérez. Si Augusto Pérez.
- Augusto Perez, entiendo. ¿Y quién es ese hombre?

"¿Quien es ese hombre? Que me atrapa...." Esa es una canción ranchera o algo así. Pasión de Gavilanes. Yo creo que este Dr. Zenemij es un poco,... un poco mariquilla.

- Augusto, Dr, Augusto. ¿ No ha leido a Unamuno?
- Si, bueno, hace años. Refresqueme la memoria, por favor.
- Pues "Niebla". La novela magistral de Unamuno. Augusto Pérez es su protagonista. Se enfrenta a Unamuno. Como personaje. Un personaje de ficción se enfrenta a su escritos. ¿No es genial? Bueno, pues Augusto que es un viejo conocido, vino a verme y se ha quedado conmigo, en casa.
- ¿Ese tal Augusto, un personaje de novela, le ha venido a ver y se ha quedado en... su casa?
- Afirmativo, si. Lo que más me extraña es que me recuerda mucho a mí, ¿Sabe? No sólo en lo que hace sino en como es. La barba, la tripota cervecera, las gafas,... no sé es como verme en un espejo. Por cierto, Dr Zenemij, (debe ser árabe o así, aunque no se le nota el acento) ¿Ha pensado en afeitarse esa barba medio blanca y en ponerse lentillas?. Estaría mas guapo.

Noté que me miraba con unos ojos que denotaban cierto temor. Iba a decir algo, pero le salvo la campana. Nunca mejor dicho. Una sirena similar a las de las cárceles (nunca he estado en una, pero así me lo imagino) sonó a un volumen muy alto. Me puse en pié y agitando los brazos como si estuviera dando zarpazos al aire, intenté que ese agudo sonido no llegará hasta a mí. No fue posible. Me ganaron las ondas. Llegó y penetró en mis oidos ( no odios, que es parecido pero no exactamente igual). Vi al doctor que resoplaba sintiendo alivio. Alivio, ¿de qué?.

- se acabó el tiempo. Eso es lo que significa la señal, el timbre ese.
- Se refiere Ud. a la sirena
- Si, coño, me refiero a la sirena- dijo subiendo el tono de voz hasta casi llegar al grito - Sirena, timbre, señal, bocina o ruido o como quiera Ud llamrlo. Significa que se ha acabado su tiempo y tiene que entrar otro paciente.
- Paciente, se rfiere porque tiene mucha paciencia. Porque no se crea que es fácil tratarle a Ud su demencia. Vale, vale, ya me voy.

Cuando dije esas últimas palabras, el doctorcito estaba cogiendo del revés una lampara y amenazante se acercaba a mí con lo que pensé eran aviesas intenciones. Decidí que una buena retiirada es casi una vistoria y, aunque, yo no había empezado ninguna batalla era mejor huir y salir indemne a quedarme y salir con varios tranquilmacines en el culo y una lámpara de mesa por cabeza.

- ¿Cuándo tengo que volver?
- Yo le llamaré - Mentía, pero se le veía ahora algo más relajado al ver mi pronta ida - Tengo su teléfono así es que mi segretaria le llemará en cuanto tenga un hueco en la agenda.

Tuve mis dudas. Y serias. ¿ Por qué dijo eso el Dr. Zenemij si no tenía secretaria? Si estabamos en el banco de un parque con el cielo amenazando tormenta. De hecho, durante la converasción cayeron cuatro gotas. O cinco, pero no más. Y en mi descargo diré que todas le cayeron a él.

- Vale, Dr. Espero su llamada. Si yo no estuviera, deje recado a mi secretaria.- Vi su cara de guasa. Guason, tu tampoco tienes.- En fin, que me voy.

Me levante del banco que estaba muy cerac de los columpios. Miré a mi pequeña Paula jugando con otros niños. Sonreí. ¿ A quien me recordaba ese tal Zenemij?. Tenía que pensarlo.

Acto seguido, abrí la puerta y me fuí.

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